El Espíritu Eterno

El Espíritu Eterno narra la historia de una malagueña que, en plena posguerra española, se exilia a Francia donde se verá envuelta en un secreto del que será protagonista.

Marina Mun de Salcedo es una afamada pianista que despierta el interés de todos pero en especial el de un oficial nazi conocido por el nombre de Erich Kennen, el cual a lo largo de la novela se siente especialmente atraído por ella.

Marina, junto a su perro Pancho, durante toda la obra se encontrará en muchas ocasiones bajo el poder de Erich Kennen quien la secuestra y abusa de ella en numerables ocasiones.

El oficial, a la par que intenta tener retenida a la famosa pianista debido a la extraña atracción que siente por ella, está inmerso en la investigación de unos extraños manuscritos que le aportan información sobre la existencia de Lilith, una extraña mujer que posee unos rasgos similares a los de alguien conocido por Kennen, la cual había aparecido poco antes que Eva como la primera mujer de la Creación Divina y que al desobedecer a Dios fue castigada convirtiéndose en el adversario de Dios, en el mismo Diablo causante de absorber la energía de las personas causando su muerte.

Es tanto el interés que muestra por estos documentos, que en una de sus tardes absorta en ellos, Marina ve la oportunidad de huir de casa del oficial nazi. Aprovecha esa escapada para organizar un concierto benéfico que, de buenas a primeras, pasará de ser "el mejor concierto del año" a una gran catástrofe ya que será interrumpido por militares nazis armados. Una vez más Marina consigue escapar de ellos.

En esa emboscada Marina ve morir a su amiga Deray, única familia que le quedaba ya que a lo largo de su trayectoria ve morir a muchos de sus seres queridos. Traumatizada por ello huye sin rumbo fijo dando a parar con Erich Kennen, y es ahí cuando empieza a participar en la investigación realizada por el oficial sin darse cuenta de la relación que hay entre ella y la protagonista de ese secreto.

Más adelante Erich Kennen cae enfermo y le confiesa a Marina que sus deducciones cada vez son más verídicas, que el parecido que hay entre Lilith y la propia Marina es tan grande que les lleva a pensar que son la misma persona. Marina piensa que son alucinaciones propias de la enfermedad, pero poco después termina por reconocerlo al ver como Erich Kennen muere entre sus brazos. Es ahi cuando empieza a atar cabos.

Ella acaba por aceptar que es la misma muerte, el Espíritu Eterno que vagará por el mundo absorbiendo la energía de las personas hasta el fin de los días.